Ojo al dato. Hasta hace tres días la gente no era útil para la economía de las farmacéuticas y vivía hasta los 70-75 aproximadamente. Salvo el padre de la tía Enriqueta, que todas las mañanas en ayunas se comía una cebolla cruda y se murió con 118 años, y con todos los dientes. Ahora es diferente. Las farmacéuticas necesitan ingresar euricos y te van medicando y medicando, con el genial medico de cabecera como auxiliar, que tanto te receta un antiácido como un antidepresivo. De esta manera te vas arrastrando hasta los 90-95 o mas. ¡Ya lo tenemos aquí! Nació la 4ª edad.
Pero antes de esta cuarta edad está la tercera, la clásica de toda la vida. Aquella en que todo el mundo empieza a decirte estereotipos variados, de todo tipo y color: "eso no lo hagas que ya eres viejit@", "ya no es la misma persona, se olvida de las cosas", "¡Agüela! la próxima en morirte ¿seras tu, no? ", la boca se te haga a un lao (maldición gitana que soltó mi Yaya cuando mi hermano, con 4 añitos, se lo dejó ir)
Algunos de estos estereotipos pueden llegar a ser ciertos, en algún momento y para alguna persona, pero no para todos. Entre los 65 y los 80 hablamos del "agüelo" pero, cuidado, muchos se ofenden. Porque realmente no son "viejos", son adultos jubilados (de momento, que de aquí nada tendremos que hacer un post muy diferente...): bailan en los bailes de fin de semana y en las fiestas mayores, juegan al billar y a la petanca, hacen deporte y montañismo, salen de excursión con el imserso (excusa maravillosa para viajar barato esto de hacerse viejo) y se divorcian de la aburrida de la abuela para liarse con la joven esteticista. ¡Si es que ya nada es como era! ¡Si hasta han regresado a la universidad! (Todo y que con la reforma...)
Ahora quieren que me jubile a los 67, pero a partir de los 55 no me querrán dar trabajo porque, según su estereotipo, estaré mayor para tomar decisiones de cambio, para las nuevas tecnologías, porque no daré el perfil del producto...No importará mi experiencia ni las adaptaciones que he tenido que ir haciendo a lo largo de mi vida. Seré una "agüela" sentada en una sillita, a punto de morirme.
Recuerdo a mi "agüela" cuando tenia 70 años. Un buen día me dijo que no podía darme dinerito porque lo necesitaba ¡para cuando se hiciera vieja! Yo le conteste riendo que ya era vieja. Ella no me dijo nada. ¡Mi abuela tiene ahora 96 años! Tenia razón.
Un beso a tod@s y gracias por seguir ahí!
Anna Sú