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miércoles, 5 de abril de 2017

¡Ya no tienes edad, papa!

¡Paparruchas! Que diría el señor Scrooge, en Canción de Navidad de Dickens.
Eso pensó el autor del histórico récord de velocidad para ciclistas centenarios de la foto.

¡Prejuicio! diría yo.

¿Donde se siente realmente la edad? En los huesos, los triglicéridos y el colesterol, ¿no? Nada parece indicar que tenga que sentirse la edad en la ropa, el peinado o las aficiones. Pues yo digo que si los huesos, los triglicéridos y el colesterol los tengo controlados, ¿porque tengo que pensar en la edad como un limite a mi conducta?

Eso debió pensar Robert Marchand cuando, con 86 años decidió coger de nuevo la bicicleta y hacer kilómetros a toda velocidad...hasta ahora, con 105 años.




Cualquier momento es bueno para cambiar de camino, porque siempre hay camino por delante hasta que se apaga el motor.
Los prejuicios que arrastramos relacionados con la edad nos hace escuchar mal a nuestro cuerpo. Justificar el no salir de paseo con las amigas porque tengo artrosis hace que tenga mas artrosis. Como ejemplo el sr. Marchand, al que no le dolían las piernas sino los brazos, porque tiene artrosis.
La ciencia lo demuestra con claridad de manera reiterada. No es el cuerpo el que falla primero, es la actitud con la que tratamos al cuerpo.

Así que la próxima vez que tu hijo/a o tu hermano/a pequeño te diga que no tienes edad para hacer algo, comprueba tus triglicéridos, tu colesterol y tu ritmo cardíaco, y si no están por los suelos y te aguantas de pie, sal corriendo de casa antes de que tu familia te contagie "su vejez".

Un beso a todos por seguirme.
Seria muy bonito si me diérais vuestra opinión en los comentarios del blog.

Anna Sú

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