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lunes, 6 de agosto de 2012

¡Yo no soy ama de casa, soy su dueña!

He estado leyendo y escuchando algunos comentarios curiosos sobre la desaparición paulatina de la tradicional y estereotipada "Ama de Casa". Al parecer los hombres se han puesto a trabajar como locos en el hogar y a cuidar de los hijos y abuelos (no a jugar a la pelota con los peques o a tomar la cervecita con el yayo, sino a hacerles la comida, recordar llenar la nevera de cosas útiles y limpiar el culete de los abuelos dependientes). 

Siempre he presumido de que yo no soy ama de casa. Para mi el cuidado de la casa es muy secundario. Lo justo para sobrevivir mi hija y yo, y que no me agobien. Claro que todavía no tengo abuelos que cuidar.

Si he de ser sincera, hasta yo misma llegue a creerme que la tradicional figura de Ama de casa, como mujer que se cuida de la gestión y puesta a punto del hogar, estaba destinada al retiro, hasta que llegué al pueblo de vacaciones. Lo curioso es el careto de algunas de las mujeres cuando ven que tardo mas de lo previsto en pelar las patatas para la tortilla y que lo hago sentada en la calle para disfrutar de la vista. Lo curioso es el comentario sarcástico de: "¿este año viniste sin el último novio, verdad?¿que habéis roto?" con el tono de ya vuelves a ser media mujer...y con una hija! Lo curioso es que a nadie le importa lo mas mínimo que tenga un doctorado en psicología sino que no me quieren como nuera ni locas, porque no me importa ponerme ropa sin planchar, porque no se que hacer con los restos del puchero, porque las croquetas las compro congeladas y porque no dejo de ir al cine para hacer limpieza a fondo.

Podéis decirme que es un pueblo y que son mujeres mayores, a lo que yo os añado que tenéis razón, pero que quien socializa a sus hijos son esas mujeres mayores y que sus hijos, a mi, no me quieren de "ama de casa" ni hartos de vino. 

Pero lo realmente curioso de todo esto es que, en el fondo, ahí en el fondo donde me socialicé, me siento culpable de que no me quieran como nuera!!! ¿Se puede ser mas desgraciada?

Un beso a tod@s (incluidos aquellos amigos de mi blog que comparten la gestión y puesta a punto del hogar)
Anna Sú

2 comentarios:

  1. Seguramente no te querían como la nuera, pero quizás a tí tampoco te importa lo más mínimo. Puesto que después de mirar el mundo desde una visión más igualitaria, y con otros valores en la vida, eso pasa a un término secundario, al igual que el polvo de las estanterias.
    La desgracia, es que ellas no son conscientes. Y mucho menos ellos.

    Me parece loable y digno realizar las tareas del hogar. Y duro la conversión de unas sobras de puchero a croquetas. Pero, la opción de si se desea realizar tales tareas u otras deben tomarse desde la libertad y conciencia y no sólo desde la imposición de un sistema de socialización patriarcal subyugante.

    Por eso el trabajo del agente de igualdad de ese pueblecito rural de cualquier parte de nuestra geografía debe ser duro y tenaz si se quiere sensibilizaren esta materia y pasar de ser ama de casa a su propia dueña.

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  2. Gracias por tu comentario Cristina.
    Te doy la razón. No tengo ningunas ganas de ser su nuera, todo y que siempre te queda aquello de que quiero que sea mi decisión no la suya.

    Por otro lado, el trabajo de agente de igualdad es durísimo. ¡Ya de entrada se usa el nombre de "agente" en masculino! ¡Pues ya me dirás!

    Pero no creamos que es solo duro en entornos rurales. Tengamos en cuenta que aquí viven las madres y padres (agentes socializadores primarios), pero los hijos (resultado de la socialización de sus padres) viven en las ciudades.

    Un beso Cristina y gracias por leerme.
    Anna Sú

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