Los trastornos mentales son enfermedades mas frecuentes de lo que nos creemos. Cualquier persona puede verse afectada por ello. Puedes nacer con un trastorno o desarrollarlo con el tiempo. De hecho una de cada cinco personas desarrollara una enfermedad mental a lo largo de su vida, y esto son datos oficiales no estereotipos.
La gente que sufre estos problemas de salud tiene una dificultad añadida a las limitaciones propias de la enfermedad. Es el estigma social que les atrapa.
Yo tenia un compañero de trabajo hace años con un trastorno mental, no voy a entrar en cual, ante el que cometí un error de novata. Después de que este compañero me presentara un trabajo bien ejecutado se me fue la mano al felicitarle. Tanto le felicite que parecía que en ningún momento hubiera confiado en que lo iba a poder realizar. Su reacción ante esta situación fue muy interesante. Me dijo, Anna, gracias por tus palabras, pero yo estoy loco pero no soy tonto. Nos reímos juntos los dos ante su respuesta. El mismo se autoetiquetaba con humor, defendiéndose de mis excesos. ¡Y era verdad! Si mi amigo no hubiera tenido una enfermedad mental posiblemente yo no hubiera empleado tanto esfuerzo en felicitarlo.
Las etiquetas son muy sencillas de poner: loco vs razonable, sano vs enfermo, normal vs diferente. Pero la pregunta es ¿que es ser normal en realidad?
Nadie tendría que querer ser normal. Ser normal es dejar de ser especiales, de ser únicos.
Al final todos queremos lo mismo: ser felices. Y es difícil serlo si la sociedad te discrimina por llevar una etiqueta.
Un abrazo a tod@s
Anna sú